Las serpientes: esas criaturas cubiertas de escamas, de cuerpos flexibles; sin piernas; con ojos que nunca parpadean, una lengua bífida, y, a veces, los colmillos que con veneno tóxico.
Inspiran fascinación y sentimientos de una manera que ningún otro animal puede.
Estos reptiles juegan un papel importante en el medio ambiente natural y la cadena alimenticia. Como cazadores eficaces y depredadores de emboscada, las serpientes usan sus altamente desarrollados sentidos de la vista, olfato, oído y tacto para localizar, reconocer y rastrear a su presa. Algunas serpientes utilizan una dosis letal de veneno para paralizar y matar a sus presas, mientras que otras utilizan sus poderosos y musculosos cuerpos para exprimir a su presa hasta la muerte.
Las serpientes son criaturas de gran movilidad, capaces de moverse sobre la arena y las rocas, madrigueras en el suelo; colarse por las grietas y hendiduras en las rocas; subir paredes verticales de rocas y trepar en las ramas de los árboles más delgados, y hasta nadar a gran velocidad, todo ello sin extremidades.
Algunas especies de serpientes se han vuelto amenazadas debido al desmonte de tierras para la agricultura, el desarrollo urbano y la introducción de animales (como los animales domésticos). Mantener un alto nivel de biodiversidad es importante para toda la vida en la Tierra, incluyendo a los humanos, y las serpientes son una parte importante de la biodiversidad. En general los humanos, nos olvidamos de que las serpientes y otros reptiles constituyen una proporción significativa de los depredadores, que mantienen a nuestros ecosistemas naturales equilibrados. Sin ellos, el número de especies de presa aumentarían a niveles no naturales y los depredadores de las serpientes lucharían para encontrar alimentos, con terribles consecuencias para la biodiversidad, y por supuesto, los humanos.